Vivimos en un mundo en el que parece que el tiempo se nos echa encima, prisas por doquier, no pararse a respirar...
El trabajo nos absorbe, tenemos muchas ambiciones, pero a veces se nos olvida que la ambición más importante que deberíamos tener es intentar ser mejores personas día a día, dedicar aunque solo fuese un único minuto del día a ayudar al prójimo y descubriríamos que la felicidad está en esos pequeños detalles.
Una pequeña reflexión que viene del baloncesto pero que se puede aplicar a la vida real.
"Una canasta hace feliz a una persona, en cambio una asistencia hace feliz al que asiste y al que mete la canasta".
flying freeeee!
ResponderEliminarR y R