Hoy voy a contaros mi experiencia de como hice frente a mi primer trabajo real trabajando para otro arquitecto y las conclusiones que saqué de ello.
Llegas un día al estudio donde estás haciendo las prácticas de Arquitecto y te dicen, ale machote! ¿has dado estructuras? y tu más contento que unas pascuas dices CLARO! y entonces el jefe te dice pues abre este expediente que le vas a poner la estructura al edificio... y obviamente te quedas a cuadros!!!
Descubres que eso que tanto te han enseñado en la escuela, el pensar el proyecto de manera global, el tenerlo todo atado y bien atado, el aunar proyecto y estructura, ya que no se puede concebir uno sin otro, pensar en las instalaciones...todo eso en la época del boom no sirve absolutamente de nada!!! la rapidez por hacer proyectos como churros hacía que preparases un proyecto básico lo más rápido posible para conseguir la licencia de obra...y luego ya te preocuparias de si un pilar te caía en mitad del salón o del fregadero!( que eso es lo que le pasaba a la estructura que me encargaron) ninguna propuesta de estructura racional entraba, al final un batiburrillo de vigas no ortogonales, en ángulos extraños, zunchos, pilares...hizo que se arreglase un poco el plano, pero claro el papel es muy sufrido y luego llega la hora de construir eso!
Y ahí quizá esta el problema de los últimos años donde se ha construido rápido y mal, que sobre el papel todo cuadra pero en obra si el proyecto no se cuida aparecen grietas, fisuras, roturas de piezas cerámicas...y lo más importante, que al usuario le das una casa altamente mejorable...todo ello provocado por una ineficiente dedicación al proyecto. Y salvo casos contados eso es lo que ha pasado y pasa con los arquitectos dedicados a la profesión tantos años, que han vivido la época del TODO VALE y no se han percatado de que la función del arquitecto es hacer que la sociedad disfrute de los espacios que proyectamos, que sean espacios funcionales y que sobretodo no les generen problemas...
Es por eso que quiero concluir este texto con un alegato en el que rompo una lanza a favor de los arquitectos que tenemos menos experiencia que los que llevan tantos años en la profesión...
y es que a nosotros si que nos han enseñado que la obra construida hay que mimarla desde el proyecto...y un buen proyecto, pensado, meditado y sobretodo COHERENTE repercute de manera muy notable en el resultado final, facilitándole al constructor su trabajo, al director de obra su cometido y permitiendo por encima de todo al usuario disfrutar del espacio y saber que a la larga no va a tener problemas de ningún tipo.
Feliz domingo y gracias por leerme!
M.A.
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